jueves, 7 de diciembre de 2017

El erótico caso de las preposiciones locas.



–Deseo comerme 
media docena de gambas EN ella

–Será CON ella, ¿no?

–No, EN ella:
una EN sus labios, otra EN la teta derecha
la tercera EN el pezón izquierdo
otra más EN su espalda, la quinta EN su ombligo
y la última colgada EN su clítoris.

–¿Y a ella qué le dejas?
–Ella si desea podrá beberse todo el cava
ansioso DE ser descorchado DE mi botellón.

2 comentarios:

  1. JAJAJAJAJA
    Mira este registro tuyo no era conocido por mí y me ha gustado.
    Desde ahora cuando vea un plato de gambas me acordaré de ti.
    Jaajaa qué bueno.

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    Respuestas
    1. En un poema nada es lo que parece. Ni las gambas son gambas, ni el poeta el protagonista.
      Gracias por tu compañía bloguera y tu sinceridad.

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